Cómo empezó todo

Este blog nace de una necesidad. Necesito organizar bien mis ideas, inversiones y prioridades.

El objetivo sí que lo tengo muy claro: alcanzar la libertad financiera.

Como creo que la manera más fácil de lograr un objetivo es escribir sobre él: cuantificarlo, poner una fecha tope y describirlo lo más detalladamente posible. Me he decidido a comenzar este blog.

Pero llegar a esta objetivo no ha sido para nada fácil para nosotros. Hemos vacilado mucho, pues las tentaciones están ahí: gastar, comprar, presumir, aparentar...

Por ejemplo: nos hemos pasado meses buscando una casa más grande, más lujosa, más nueva, más... MÁS. Después nos rendíamos, porque todo nos parecía demasiado caro, que el esfuerzo económico no compensaba la mejora. Luego nos subían el sueldo o veíamos una promoción que nos gustaba y volvíamos a plantearnos otra vez la mudanza y si nos mudamos, nuestra hipoteca se dispararía, así como nuestros gastos corrientes (más IBI, más comunidad, seguro del hogar más caro... por no hablar de la mordida de Hacienda, registradores y notarios...) Una mudanza nos habría alejado de nuestro objetivo a largo plazo.

Lo que quiero decir es que no es fácil convencerse de renunciar a cosas que te gustan y puedes permitirte a cambio de un futuro que tarda en llegar. A todos nos gusta cenar en un buen sitio o conducir un buen coche o tener una casa magnífica. Sin embargo estas decisiones, pequeñas y grandes, te pueden estar costando mucho dinero.

Pero al final, te sientas y ves que necesitas menos cosas de las que parecen, sin embargo tenemos sueños más grandes que un coche nuevo o unas vacaciones en el caribe:

• Un futuro en el que el trabajo sea opcional. Este objetivo tiene varias modalidades:
• Que nos baste con un sueldo,
• Que podamos optar a trabajos que nos apasionen aunque el sueldo sea exiguo... 
• No trabajar en absoluto.
• Trabajar de voluntarios por causas en las que creamos
• Tranquilidad: vivir sin miedo al despido, sin miedo a que se te rompa la lavadora o el frigorífico y que te suponga un drama. No tener que preocuparnos por las facturas ni las deudas.
• Libertad: no sólo poder elegir si trabajas o no, sino también poder lanzarte a montar ese negocio que hace años que te ronda la cabeza o tomarte un año sabático, viajar por el mundo el tiempo que quieras...
• Otra cuestión a tener muy en cuenta para entender este camino es que mi marido y yo somos personas tirando a pesimistas: 
• Nos inquieta pensar en nuestra empleabilidad pasados los 40 años.
• Nos preocupa el futuro de las pensiones públicas.  
• Nos preocupa el futuro de nuestros hijos.

Hay muchos motivos para quererla libertad financiera, pero ante todo, la principal es tener opciones, libertad.

¿Cuál es tu motivo?